Autor
Luis Ribot (dir.)
Características
448 páginas; 149 ilustraciones en color; tapa dura con sobrecubierta; 20 x 28 cm
Publicación
Español; con la colaboración de Patrimonio Nacional; 2009
ISBN
978-84-936060-9-1
Precio
50,00 €
Al morir sin sucesión, Carlos II (1661-1700) legó la corona al segundo nieto de Luis XIV, Felipe V, que inició en España la Casa de Borbón. El hecho de que su testamento fuera la decisión más importante de su reinado parece una prueba evidente de su escasa actividad en el ejercicio de la función real, algo que los historiadores han resaltado de forma unánime. Sin embargo, ello no nos exime de la necesidad de estudiar la personalidad y las actuaciones del último de los Austrias españoles, así como la imagen de él que nos han transmitido sus coetáneos y los historiadores.
Un rey del Antiguo Régimen no puede entenderse sin el entorno cortesano en el que vivió, que refleja y contribuye a explicar muchos de sus defectos y virtudes. Su reinado, más importante en muchos aspectos de lo que siempre se ha creído, lo fue también en el arte cortesano, especialmente en las numerosas –y en muchos casos magníficas– representaciones pictóricas del monarca. Otros aspectos vinculados directamente con Carlos II, como las fiestas y la música o los escasos viajes que realizó, completan el acercamiento a quien durante treinta y cinco años personalizó y dirigió una Monarquía que, si ya no estaba en sus mejores momentos, era aún una gran potencia, con extensos territorios en los cuatro continentes entonces conocidos.
Luis Ribot es catedrático de Historia Moderna en la UNED y académico numerario de la Real Academia de la Historia. Entre los numerosos estudios que ha publicado sobre la Monarquía de los Austrias se cuentan El arte de gobernar, Estudios sobre la España de los Austrias (2006) y La Monarquía de España y la guerra de Mesina (1674-1678), que en 2003 le valió el Premio Nacional de Historia de España.